Antes bien creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad"

2°PEDRO 3:18

1.11.10

Realidades de America Latina

Tomé, Chile - “Hace casi 30 años atrás el fenómeno de la droga en ciudades del sur del continente americano, muy especialmente de Santiago de Chile al sur del país era un fenómeno que se veía lejano y ajeno a la realidad diaria, entonces este se cernía tímidamente en las ciudades fronterizas con Perú y Bolivia, a saber Arica e Iquique. Hasta ese momento dicho fenómeno estaba ciertamente controlado y circunscrito a esas ciudades, siendo muy improbable (craso error de nuestro juicio y el de muchos) que dicho flagelo se extendiera hacia el sur de Chile.Pero cuan equivocados estábamos, ya que los poderosos tentáculos de quienes vieron en este negocio la mejor manera de ganar dinero, se extendieron inexorablemente contaminado y enfermando las ciudades una a una, de norte a sur y en menos de diez años el problema se había ramificado como un cáncer por las venas del país dañando gravemente a la sociedad a todo nivel.

Digo a todo nivel porque la droga no solo enfermó el cuerpo de quienes la consumían sino también envenenó sus mentes, trastocó sus valores y transformó el paisaje urbano de las ciudades. La tranquilidad del paseo familiar se vio amenazada y las mismas familias optaron por enquistarse en sus casas, enrejaron sus vidas con el fin de evitar al máximo la contaminación que recorría las calles al igual que la maldición de las plagas que cayeron sobre Egipto. Y de la mano de la droga se acentuó la delincuencia sin razón, aquella que roba y daña sin contemplación con el fin de obtener más droga, la que sin piedad ni consideraciones de ningún tipo nos arrebata nuestros hijos e hijas, que destruye los hogares y nos despoja de nuestros bienes.

Los gobiernos trataron de poner freno y control, pero el virus era rebelde y no descansaba y se extendió hasta la puerta de nuestros hogares; de nuestras oficinas; alienando a muchos hombres buenos, sembrando la desconfianza y la desesperación entre quienes vieron invadida su tranquilidad al ver afectado a un familiar cercano. La droga llegó a nuestras puertas y golpeó fuertemente, reclamando un espacio que no le correspondía pero que ocupó por la fuerza, transformando a una sociedad débil de carácter, y la corrompió y esclavizó hasta transformarla en una sociedad egoísta, individualista y cruel.

Las leyes del mercado exacerbaron estos defectos y los elevaron hasta hacerlos parte de los requisitos para una vida de éxito, no se podía ser más si no se pisoteaba al que estaba al lado, si no se aprovechaba la creatividad ajena y se mal pagaba la mano de obra. No había éxito si no se procuraban utilidades en las empresas minimizando los beneficios de los trabajadores; si no se presionaba a los parlamentarios para que aprobaran leyes que iban en directo beneficio de los que tenían el poder económico por sobre los derechos de lo trabajadores.

Es en este contexto cruel e impersonal que nuestros jóvenes llegan al mundo, y en esta alienación se han visto obligados a bregar para salir a flote, para avanzar y triunfar ante la adversidad; más encima, estando en esa condición deben estar atentos a que nadie venga y les amenace literalmente con un arma en la cabeza.

En realidades como esta, el caso de Katy Perry no debiera extrañarnos, es el mundo que les ha tocado vivir ese mismo que describíamos y que nosotros mismos hemos ayudado a “construir”. La voragine del día a día les arrastra y lleva a vivir vidas desenfrenadas y el acceso a bienes cada ves más asequibles a la juventud; lujos que ya nos quisiéramos los que vivimos el siglo veinte, les hace sentirse poderosos e inmunes a todo control e influencia del medio, un medio que ya está desviado, porque desde su nacimiento viene mal.

Hoy día esa droga que se veía tan lejana e inofensiva, afecta las decisiones de millones en el mundo y es moneda de cambio en algunos centros urbanos y países.

¿Que esperanza hay para el mundo ante un escenario así?

Gracias doy a Dios por Jesucristo Señor nuestro, versa Pablo al verse enfrentado a sus miles de fantasmas y tentaciones y porque dicen que la luz ilumina más fuerte cuando el día es más oscuro. Pablo nos enseña que no importa lo grande del pecado, ni que tanto nos haya afectado este emocionalmente; sino que importa que tras este daño que ha provocado el enemigo no se vea mermado significativamente el nivel de la fe que profesamos y por consiguiente no sea detenida su obra en nosotros y por medio de nosotros”.

LuisVogt

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